FIN DEL DOMINIO DE LA PRIMERA BESTIA ISLÁMICA

FIN DEL DOMINIO DE LA PRIMERA BESTIA ISLÁMICA

Reinado de Mahoma

En Apocalipsis 13 versículo 5 se dice que a la bestia se le dio autoridad de actuar 42 meses, o sea 1260 años ¿Ahora bien, cual fecha se debe tomar de referencia como el inicio de este evento? Esto marcaría el fin del dominio de la primera Bestia islámica.

Puesto que se habla de la Bestia Islámica, se puede considerar como fecha la de la fundación oficial del Islán. La cual coincide con el inicio del calendario islámico y también con el primer año del reinado de Mahoma: en 16 de julio 622D.C.  (Mahoma y el Islan)

De Mahoma al fin del Califato Otomano

Si le sumamos a este año del 622 D.C. los 1260 años del dominio de la Bestia resulta el año 1882 D.C (El año profético de 1882). Pero cuando vemos la fecha del final del último Califato, el otomano, resulta que fue en el año 1923 (aunque fueron desalojados de Jerusalén en 1917). De Mahoma al fin del Califato Otomano se encuentra una aparente discrepancia.  A esta se dará una explicación basada en la Palabra. En los versículos 11 y 12 del capítulo 7 de Daniel se lee:

Daniel 7:11 Yo entonces miraba á causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta tanto que mataron la bestia, y su cuerpo fué deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego. 12 Habían también quitado á las otras bestias su señorío, y les había sido dada prolongación de vida hasta cierto tiempo. (sic.) (Biblia. KJVSP, 1.611).

El versículo 11 indica que esto es el tiempo del fin en el juicio a la Bestia. Y el versículo 12 dice que a las bestias anteriores se les había también quitado su dominio, pero se les había prolongado la vida por un tiempo. Esto da la idea que estos reinos-bestias si bien habían perdido su dominio seguirían latentes hasta el fin de los tiempos.

Como se ha dicho desde el principio no se debe perder de vista la noción de “Dominio”. Si bien el califato islámico Otomano oficialmente se perdió en el 1923 D.C.; su dominio terminó en 1882 D.C. (perdió Egipto a manos del imperio británico)(Imperio Otomano).

Fin del califato Otomano

El siglo XIX fue de grandes pérdidas tanto en lo económico y financiero, como en lo político y militar para el Califato Otomano. Su dominio sobre los territorios ocupados por más de 400 años se perdió definitivamente a finales del siglo XIX. Y progresivamente se fue debilitando y en 1917 perdió Jerusalén frente a las Fuerzas Británicas (La Creación del Estado de Israel. Horacio Vázquez-Rial), durante la Primera Guerra Mundial. Y para 1918 las fuerzas otomanas se retiraron en todos los frentes de batalla.

Así también El Imperio Bizantino de Oriente continuó durante varios siglos más. Pero su dominio lo perdió cuando El Dragón le dio su poder a la bestia islámica en 622 D.C. (8vo. rey-bestia). Aunque Jerusalén no cayó en manos musulmanas si no en 638 D.C.

La Bestia-Islámica se extendió por todos los territorios ocupados por los imperios que le precedieron y en ciertos casos, más allá de sus fronteras; cumpliéndose así la profecía del versículo 7 de Apocalipsis 13:“…También le fué dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente.”

Fin del Dominio de la primera Bestia Islámica

Los reinos de los Califatos Islámicos, verdaderas Dinastías Islámicas, confirman los versículos 41 y 43 del capítulo 2 de Daniel. Pues estos nunca se unieron en lo político, más bien hubo ciertas rivalidades por la supremacía en la detención del poder religioso, como los supuestos herederos de la fe de Mahoma.

Pero paradójicamente es por medio de la alianza tacita en la fe Islámica y su propósito de dominar la Tierra Santa de Israel, que se mantiene la “mezcla” entre los diferentes grupos que aspiraban al poder religioso. Manifestándose ésta mezcla a través del reconocimiento más o menos generalizado de los Califatos dentro del mundo musulmán, a lo largo del periodo hasta el fin del dominio islámico que se extendió por 1260 años (Medina, E. (2.016). La Bestia y los Tiempos Proféticos).

Así la caída del imperio islámico Otomano sería el fin del dominio de la primera Bestia Islámica.