Estructura Funcional de La Iglesia de Jesucristo

Estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo

La estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo y la autoridad derivada es un tema bastante delicado. El funcionamiento en toda estructura o esquema de dirección de cualquier tipo de instituciones sean privadas o del Estado, va en paralelo con su esquema de niveles de mando (autoridad). Lo que comúnmente se llama un esquema piramidal. En «la iglesia» esto no debe ser exactamente así.  Por ello (entre otras cosas), se han producido a lo largo de su historia, distorsiones que han desvirtuado «la visión y misión global de la iglesia de Cristo».

Esta cuestión de cómo debería ser la estructura funcional de la iglesia de Jesucristo, es lo que se tratará de visualizar en las líneas siguientes, tomando como fundamento La Palabra del Señor. La estructura de la iglesia de nuestro Señor Jesucristo es de naturaleza doble. Una estructura funcional y una relativa a la autoridad dentro de la iglesia.

Estas dos estructuras se funden en una sola dándole la particularidad propia a la iglesia del Señor. Primeramente, se verá cómo debería ser su funcionamiento. Luego y seguidamente nos enfocaremos en la autoridad dentro de la iglesia y como se conforma “el todo”, estructuralmente hablando. Evidentemente estas dos cuestiones están entrelazadas, pero como dijimos antes, de manera particular y única en la iglesia del señor.

1ra. a los Corintios 11: 1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.”

Del Funcionamiento

El “pero” del versículo 3 indica que Pablo está llamando la atención de los corintos. Es bueno que se acuerden de él (de Pablo) y que retengan las instrucciones que él ha dado (vers.2), “pero” que la cabeza de ellos (de la iglesia) es Cristo mismo (y no el, Pablo). Pues es la cabeza de “todo varón” (incluidos todos los ministros del Señor: apóstoles, profetas, etc.). A la vez que les instruye que el varón es la cabeza de la mujer (por ende, de su familia), y Cristo la única cabeza de todos.

Conjugando Efesios 4:11-16 y 1ra. De Corintios 12, el Apóstol Pablo deja por sentado que los dones y ministerios los reparte El Espíritu según El mismo. Y según Cristo, no según quiera “el ángel de la iglesia”: Apóstol, Pastor; y todos, ministros y miembros forman el cuerpo de Cristo, o sea la iglesia, donde la única cabeza es El. También se desprende que la iglesia del Señor (sus ministerios) debe funcionar en armonía, concertadamente y unidos, ayudándose unos a otros (Efesios 4:16).  Osea no pueden funcionar solos, sin contar con los demás miembros y ministerios, deben ponerse de acuerdo unos con otros.  Porque El Espíritu dio dones a todos y cada uno (apóstoles; profetas; evangelistas; pastores y maestros; etc.), para provecho de cada quien y para crecimiento de la iglesia(1ra de Co. 12:7).

Entonces todos los ministerios deben, estructuralmente, funcionar en la iglesia de Jesucristo bajo su única  cabeza , o sea bajo su Palabra. Toda decisión en cada ministerio: apostólico, pastoral, profético, etc.; debe ser concertada, no tomada a la ligera. Buscando el consejo de los sabios y ancianos de la iglesia, así se podrá decidir con mayor responsabilidad y posibilidad de acierto. Aunque la responsabilidad de la decisión recaiga sobre el apóstol, pastor, etc.

De la Autoridad

Otra cosa es la autoridad (relación vertical) de cada ministerio en particular, la cual deriva de su responsabilidad ante Cristo ; quien es la cabeza (2da Corintios 10:8; 13:10). Esta responsabilidad como es evidente, es propia a cada ministerio y así su autoridad, la cual viene de arriba, de Cristo (Juan 5: 26-27), a mayor responsabilidad, mayor autoridad (Tito 2: 11-15).

Cada ministerio (ministro) tiene una responsabilidad individual ante Cristo, pero el que hacer así el cómo hacerlo, debe ser consultado, poniéndose de acuerdo los ministerios. Siendo la autoridad ligada a la responsabilidad ministerial, no son transferibles, ni pueden ser usurpadas por ningún otro ministerio. El apóstol a su función apostólica, el profeta igual, y así sucesivamente; cada ministerio tiene su función, la cual le es propia. Yahweh concibió así la Iglesia, puesto que, el hombre siendo carne y pecaminoso, se evitaría su endiosamiento. Pues podría tener la tentación de querer ocupar el lugar de Cristo, quien es la única cabeza. Así todos los ministerios, como toda la iglesia, tendrían una relación única, individual y particular, propia a cada uno, con Cristo por El Espíritu Santo. Esta es una de las razones mismas de ser de la Iglesia.

1ra de Corintios 12:28 “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente, apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.”

Es obvio que aquí el apóstol Pablo no habla de niveles espirituales, ni de autoridad (o cabeza del ministerio) de algún ministerio sobre otro. No tiene sentido que los que hacen milagros tengan alguna autoridad sobre los que tienen don de lenguas, por ejemplo.

La Obra de la Iglesia

Más bien debe hacer referencia a como Cristo levanta una iglesia o congregación (ver también Efesios 4:11-12). Primeramente la visión, el fundamento de Cristo, llevar el evangelio a los gentiles (ministerio apostólico de Pablo: viajes misioneros por Asia). Restauración a las naciones; llevar el evangelio a los ancianos; etc. Osea la misión de los Apóstoles (los primeros).

Después los profetas y evangelistas o seguidamente o junto con ellos, confirman la visión, dando mensajes proféticos a la iglesia. Confirmando a los enviados o apóstoles (ver Hechos 13:1-3: confirmación de Bernabé y Pablo). Posteriormente se establece una congregación local donde se instala el pastor y maestro para que permanezca la doctrina; tal como fue enseñada por el apóstol (1ra de Corintios 11:1-2). O sea, aquí no se habla como algunos quieren ver que “los primeros” o de más alto rango espiritual o cabeza, son los apóstoles. No, aquí no se dice eso: la cabeza única es Cristo Jesús.

Aún más, si en estos capítulos se hablara de autoridad de un ministerio sobre el otro, entonces ¿cómo entenderíamos el versículo 31 del capítulo 12: “31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.” Complementado con el versículo primero del capítulo 13 del mismo libro: “1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.” ? ¿Qué tendríamos que decir a esto? ¿Que el “ministerio del amor” tiene la mayor autoridad ministerial? Está claro que aquí no se trata de autoridad, sino de la función ministerial: del que y como hacer las cosas, o sea con amor.

La Responsabilidad Ministerial

De más está decir que la autoridad del Apóstol derivada de su responsabilidad, la cual vienen de lo Alto, de Cristo, la cabeza, es también la mayor, pues es el inicio, el principio. Y está claro que, si se empieza mal, mal puede acabar, si no se rectifica a tiempo. ¿Cómo se le puede pedir alguna responsabilidad a alguien de algo, si no se le dota de la autoridad necesaria? Este punto de la responsabilidad y autoridad apostólica y/o pastoral (ministerial), se confirma en Apocalipsis capítulos 2 y 3. El “ángel” por mandato de Cristo envía mensajes de “alerta” a los “ángeles de las iglesias” para que estén atentos y no se desvíen del evangelio. Porque a quien se le pedirá cuenta de cómo está la iglesia, será a ellos, este bien o este mal.

O sea, el “ángel de la iglesia” no es infalible, es humano, es carne también, y se puede equivocar. Y si fuera el caso, YaHWeH es paciente y misericordioso, y espera arrepentimiento. Pero si no se arrepintiera de sus errores y pecados (el “ángel de la iglesia”), su candelabro seria quitado de su lugar, pues su obra no da buen fruto. Así bien que, los ministros tienen El Espíritu, como también son carne, pueden equivocarse y a tiempo están de arrepentirse.

Un ejemplo de la autoridad apostólica ligada a su responsabilidad (ministerio apostólico), es lo sucedido en la iglesia de Corinto; descrito en el libro de Corintios capítulo 5. El apóstol Pablo cumpliendo con su ministerio, vigilante de la estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo y de la doctrina, exhorta a la congregación de Corinto a juzgar un pecado de inmoralidad sexual.  Y ordena que un miembro sea apartado de la iglesia. Así en el versículo 13 se lee: “Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”

Conclusión

Funcionamiento

De lo expuesto se deriva que la estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo, en cuanto a funcionamiento, es horizontal. Todos los ministerios tienen una dependencia directa de la única cabeza quien es Cristo mismo, de quien emana toda responsabilidad y autoridad (relación vertical). Los ministerios deben funcionar concertadamente, ayudándose mutuamente (relación horizontal), para el crecimiento de la iglesia de Cristo (Ministerio Profético de HaShém). Esto no va en perjuicio de la autoridad (relación vertical) que debe ejercerse por quien tenga mayor peso de responsabilidad. Por ejemplo de los apóstoles y pastores  para mantener el orden y el buen funcionamiento de en la congregación.

Así la estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo es horizontal. Cada ministerio está dotado, por Cristo, de la suficiente autoridad para realizar sus funciones. Debiendo consultar para la toma de decisiones, si fuera el caso necesario, a los demás ministerios. Así entendido el funcionamiento, la responsabilidad ante Cristo, de los diferentes ministerios, le confiere la autoridad (relación vertical) necesaria para mantener un orden general. Y es evidente que se trata de autoridad moral (Tito 1:5-9; 2:6-8; 1ra de Timoteo 3:1-7). Quien no asume la responsabilidad de su ministerio, con todas sus prerrogativas: ministro irreprensible ante YaHWeH y los hombres; tampoco tiene la autoridad moral, para ejercerlo.

Autoridad

El autor quiere dejar bien claro y sentado que en ningún momento pretende cuestionar la autoridad apostólica, pastoral o ministerial. Sino todo lo contrario, es necesaria la autoridad dentro de la iglesia pues es mandato de Cristo. Ahora bien, es menester que los diferentes ministerios puedan funcionar con una relativa autonomía (esta viene de Cristo: Efesios 4:11). Claro está dentro de la visión apostólica, de allí su autoridad, pues es su responsabilidad ante Cristo (Apocalipsis 2;3).

«La estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo» , de manera general, con sus excepciones,  tradicionalmente ha sido, y es vertical. Donde toda «la autoridad individualizada» recae sobre el Apóstol y los Pastores. Y donde las decisiones generalmente son tomadas inconsulta y unilateralmente. Pero a la hora de asumir la responsabilidad de los errores, generalmente se condena a la “grey” o a otros «ministerios y ministros». Considerados estos de “menor autoridad”, y sin derecho a la defensa.

La Visión

Como se ha visto no debe ser así, y esto sin perjuicio de la autoridad propia a cada ministerio. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que esta estructura funcional de la Iglesia de Jesucristo, vertical tradicional, tanto en lo funcional como en lo relativo a la autoridad en la iglesia y en particular la evangélica, ha sido tomada (heredada) de la iglesia católica romana, donde el Papa (apóstol) es la máxima y «única autoridad».

Es menester que la iglesia evangélica y la iglesia de Cristo en general (protestantes y católicos, ortodoxos) rectifiquen esta cuestión para que su funcionamiento esté «más acorde con el mandato del Señor Jesús para su iglesia». Se entiende que no es fácil exponer para su compresión una estructura así diseñada por YaHWeH. Hacemos el mejor esfuerzo posible, esperando que pueda este texto servir para «una mejor visión de la iglesia del Señor».

Amén y Amén

Enrique Medina

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